25 de noviembre de 2014

El Ampa Rezuelo muestra a los padres las terapias del color como herramienta de acercamiento al complejo mundo del adolescente


La psicóloga Esther Ponce compartió con los padres del Ampa Rezuelo, y otros padres que quisieron sumarse a la experiencia, el novedoso método de  acercamiento a la relación padres-hijos desde la perspectiva de la arteterapia y la psicología del color que desarrolla en su centro de psicología Educarte.

Durante la  charla-taller realizada el pasado viernes en las instalaciones del Casino Manchego, Ponce introdujo a los asistentes en una nueva metodología de conocimiento interior basada en nuestra propia percepción de la vida a través de los colores con los que nos identificamos. En atención a la problemática concreta de los asistentes, en su mayoría padres de adolescentes alumnos del IES Marmaria, la psicóloga incidió especialmente en el conocimiento del complejo mundo del adolescente desde esta misma perspectiva: su toma de contacto con el propio yo y con el mundo a través del color con el que se sienten más vinculados.  

Así, Esther Ponce desgranó todo un movimiento vital cuyo origen se encuentra en el movimiento interior generado por el color que nos define, en cómo  afecta tanto a las emociones como al estado físico del propio cuerpo, sobre todo en su interrelación constante con los colores complementarios en un proceso interior que busca satisfacer las necesidades personales. 


De ahí la novedad de la terapia del color: conocer el color que nos define y que define a nuestros hijos adolescentes permite encontrar pistas fiables sobre el estado personal, tanto interior como en su relación con la sociedad. Estas pistas servirán de base para construir, a través del citado movimiento por los diferentes estados que el color nos aporta, soluciones a los problemas que puedan presentarse en nuestro conocimiento y aceptación del yo como en  relación con los demás. La finalidad última: conseguir un mejor conocimiento interior siendo consciente de las emociones y disfrutar del propio yo en su proyección exterior.

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